Nadie entiende a Morata
Desde el seno de la selección española y de su entorno no entienden las palabras de Morata a dos días de jugar contra Francia
Dentro del vestuario de España todo el mundo le valora mucho
Morata se libera con España
Álvaro Morata es un hombre contento cuando capitanea a la selección española. Da igual que sea en Las Rozas o en Alemania, cuando forma parte del combinado nacional se siente bien. Es su hábitat. Aquí encuentra el cariño que le faltan en otros sitios, pero, a pesar de eso, le sigue costando encontrar la felicidad plena. Ni siquiera cuando todo va bien, cuando tiene el apoyo incondicional de Luis de la Fuente y de todos sus compañeros. Siempre hay un pero que le hace dudar.
Morata lo ha pasado mal en España. No con la Selección, sino con el país. Le han dolido los ataques, todos ellos injustificados y lamentables, que ha recibido. Especialmente graves han sido los que han tenido que padecer sus familiares, aunque también le han dolido los pitos que ha sufrido en los partidos que ha jugado la selección española. Los últimos, en el encuentro contra Brasil que se celebró el pasado mes de marzo en el estadio Santiago Bernabéu.
El tiempo ha dejado claro que Morata no superará esos desagradables momentos y por ello, tanto Luis de la Fuente como sus compañeros, no dudaron en defenderle públicamente. Y es que, el delantero dentro de ese vestuario es tremendamente querido y respetado. Pero, al mismo tiempo, es difícil comprender el motivo que lleva al capitán de la selección española a 48 horas de jugar una semifinal de la Eurocopa contra Francia, hable de su futuro en el Atlético de Madrid, un capítulo que él mismo cerró hace unos días y ahora ha decidido abrir de nuevo, y de su frustración con los aficionados.
«Es mi opinión desde el fondo de mi corazón, pero como digo muchas veces, hay momentos en los que para mí en España es complicado. Estoy hasta las narices del discurso del victimismo, de que me estoy quejando. Sólo quiero que esto acabe de la mejor manera posible y disfrutarlo, porque también puede ser mi último torneo con la selección», aseguró a los micrófonos de Mediaset a dos días de jugar contra Francia.
A Morata todo el mundo le quiere de puertas hacia adentro, pero no es suficiente y esto le lleva a hacer, posiblemente, declaraciones inoportunas por el escenario y el momento. En el seno de la Federación Española no están enfadados con el capitán, pero no entienden estas palabras justo cuando todo el mundo debe pensar sólo en el partido contra Francia. Coinciden en que las palabras no han sido las oportunas, ya que estas declaraciones no le hacen bien ni a él ni al equipo.
En su entorno tampoco terminan de comprender estas palabras. Todos destacan y celebran lo feliz que está cuando forma parte de la selección española. Posiblemente, en el único sitio donde está contento al cien por cien. Sueña con ganar la Eurocopa y levantar el cuarto entorchado continental en la historia de España el próximo 14 de julio en Berlín.
Para Luis de la Fuente es un jugador tremendamente importante. Un intocable. Un capitán de los pies a la cabeza, algo que desde dentro de la selección española llegó a impresionar cuando comenzó a asumir el brazalete de capitán. Dentro del campo también es un jugador muy importante. Con sus errores, como todos, pero con sus muchísimas virtudes.
De hecho, lo único que necesita Morata en España es sentir el cariño de la afición. O, por lo menos, que ese pequeño grupo que decide pitarle en un acto sinsentido que juega en contra de los intereses de la selección española, le valoren como lo hacen sus compañeros y el cuerpo técnico de Luis de la Fuente. Nadie sabe si lo conseguirá algún día.
El capitán perfecto
Morata está muy pendiente de todos sus compañeros, pero especialmente de los jóvenes, con lo que mantiene una gran relación. Futbolistas como Lamine Yamal, Fermín o Zubimendi, entre otros, se siente muy respaldados por el capitán de la selección española, algo que también pasaba con Sergio Busquets. Además, también cabe destacar la buena sintonía que mantiene con Joselu, quien fuera compañero suyo en el ataque que ascendió al Castilla, filial del Real Madrid, a Segunda en 2012.
Morata lleva toda la vida siendo internacional con España. Desde que se pusiese por primera vez la camiseta de la selección española un lejano 26 de octubre de 2009 en un duelo que enfrentó a la Sub-17 contra Estados Unidos, no ha dejado de sumar internacionalidades por todas las categorías. Por ello, asume este privilegio como un regalo del fútbol.